miércoles, 22 de junio de 2011

AM. - La clase media



Nada, que no hay manera de que la clase media salga beneficiada de una medida de este gobierno. En 1996, la clase media dominicana proyectó en un joven Leonel Fernández, y por tanto de rebote en el PLD, las ganas del cambio generacional, de talante y de talento político que se necesitaba. 

Creía en una nueva etapa en la que el optimismo, el emprendimiento, "el progreso" marcaban otra forma de entender el futuro del país. (Incluso, caminábamos más ligero y hacía menos calor).

Pero nada, no hay manera. Quince años después el peledeísmo sufre un trastorno bipolar que le lleva a manejarse con el mensaje más mitinero y las prácticas más clientelistas con las clases bajas mientras se entrena, con éxito aunque sin "charme", en el "modus vivendi" de la clase alta. Ellos, que son casi todos de la clase media y "progresistas".

Y en esta crisis de identidad -no quieren ser lo que son, sino ser lo que son otros con los votos de los que a este paso nunca podrán ser nada- la clase media tiene que pagar la miseria de los de abajo, las evasiones pactadas de los de arriba, la luz y la gasolina de todos, la corrupción de los de siempre (blancos, rojos y morados), las nominillas, las nuevas casas de los funcionarios, los caprichos de Yuleidy... Y sin rechistar.

Con el dinero que se va por el desagüe habitual, la clase media debería estar trabajando su futuro, que es el del país. En cambio, ahora va a pagar hasta para sacar del banco sus propios pesos. Y al salir, dar las gracias educadamente.

IAizpun@diariolibre.com

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